sábado, septiembre 17, 2011

LOS ABRAZOS ROTOS, de Almodóvar

Chon (Carmen Machi grandiosa) concejala de asuntos sociales, traje de chaqueta naranja, pelo naranja, zapatos de tacón naranjas, irrumpe en casa de su amiga (una Penélope Cruz a lo Audrey Hepburn) para contarle, mientras se zampa una madalena a dos carrillos, que su marido y ella se han separado. En la calle se ha encontrado a un hombre con una maleta, "buen culo, buenos pies" y después de subirlo a su casa ha echado cuatro polvos: "un virtuoso. Menudo dedo gordo", cuenta a una Penélope Cruz atenta y apoyada en dos muletas. La maleta, ahora en su poder, está llena de cocaina sin cortar. "¿Puedo dejar la maleta aquí? A mi partido no le cabe un escándalo más". Todo esto dura apenas diez minutos. Chicas y maletas. Almodóvar puro y en estado de gracia.
Antes hay una hora y cincuenta minutos de una película con pretensiones pero sin corazón. Después, nada más.
Francisco Linares

No hay comentarios:

Tierra de mujeres

Impone ver un árbol así agonizando, muriéndose, comenzando a desaparecer. Porque aunque el árbol se resquebraje, se vuelva de color g...