Leer doscientos libros, o releerlos, o recordar aquellos que se leyeron en su día y leer aquellos que dijimos leer y no fueron leídos. Sólo esos, los que nos traen momentos dulces o amargos, aquellos que evoquen un aroma o una desdicha, sólo los que hayan alimentado nuestras almas, los que nos elevaron o nos hundieron.
Hacer una lista, establecer un cánon. Pero ¿qué cánon?, el anglosajón, Bloom a la cabeza de los dioses que hacen listas, el entrañable e inocente de mi profesor Pozuelo Yvancos, el borgiano...
Sólo leer doscientos libros, de manera cíclica, y escribir cuatro páginas después de cada lectura, páginas escritas con las tripas, con la pasión de lo leído.
Sólo releer.
Y empezar con Conrad, ya que estamos en el año mediático. Y empezar con Lord Jim, príncipe blanco de los íntegros y de los malditos.
Francisco Linares
2 comentarios:
Buenos propósitos, sí señor. ¡Feliz 2008!
Buen propósito y no sólo para el nuevo año. Que sea feliz. Saludos.
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